Juego de posición para conseguir superar líneas, la movilidad justa para recibir y hacer progresar la jugada. Al mismo tiempo mejoraremos la coordinación defensiva y el «perfilarse» defensivamente.
Iniciar juego ofensivo con amplitud e identificar cuándo es un buen momento para poder jugar por dentro, realizar el desmarque en el momento oportuno es la diferencia entre recibir el balón o no recibirlo.
Entrenaremos al mismo tiempo conservación de balón, amplitud, velocidad de juego, cambios de ritmo y basculación, presión, coberturas, coordinación defensiva…
Hay conceptos ofensivos y defensivos que son fáciles de entrenar de manera conjunta, una simple norma de provocación te ayudará a entrenar estos dos conceptos básicos.
Si tu equipo mientras ataca mantiene un estructura equilibrada estará preparado para defender de manera inmediata si hay pérdida de balón…hará mejores a tus jugadores en finalización, presión tras pérdida, contraataque, movimientos previos a la pérdida, equilibrio…
Llevar el balón a banda y conseguir un centro lateral es un objetivo táctico ofensivo, en este doble área se darán muchos centros que permitirán mejorar la defensa y el ataque de éstos.
Una estructura parcial con trabajo específico del bloque defensivo. Lo que antes hacíamos con unas aburridas e ineficaces acciones de ataque sobre defensa ahora en un ejercicio útil y atractivo para los jugadores.
Doble área con normas de provocación que premian una correcta presión alta y la presión tras pérdida, al mismo tiempo como superar esas dos situaciones para conseguir una buena posición de finalización.
Si un equipo al progresar realiza cambios de orientación, juega con amplitud, alterna juego interior-exterior, está equilibrado posicionalmente…será exitoso atacando. Un partido condicionado que orientará a tus jugadores.
Rondos tácticos siempre con exigencia de conceptos defensivos, si tus defensores en los rondos no temporizan…están aprendienzo a no temporizar en los partidos.
